Desde la Finca, un corto paseo lleva a Cala Macarella y Cala Macarelleta, dos de las playas más bonitas de Menorca.

Aproveche las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando las playas están realmente tranquilas, para admirar las aguas turquesas y la fina arena blanca, y entregarse a la contemplación del paisaje marino. 

Los edificios son escasos en el soleado y virgen suroeste de Menorca.
Su paz sólo se verá perturbada por el mugido de las vacas pardas autóctonas y el canto de las cigarras.

La ubicación es ideal para explorar todo lo que la isla tiene que ofrecer, desde las pintorescas ciudades de Ciutadella, Mahón y Fornells, a las calas solitarias y pequeñas playas secretas a lo largo del Camí de Cavalls, el antiguo sendero que rodea la isla.

La magnífica renovación de esta granja y sus dependencias ha respetado a la perfección los métodos y materiales de construcción tradicionales, recurriendo a artesanos locales especializados en el trabajo de la piedra caliza y la arenisca blanca o marès. Fieles a la estructura del edificio, las instalaciones modernas se integran armoniosamente en la arquitectura original para crear un espacio de vida elegante y contemporáneo.

Las familias o los grupos de amigos descubrirán un espacio vital que ofrece innumerables posibilidades para disfrutar de cada momento juntos, pero también para reservarse momentos preciosos, según los deseos de cada uno.

Gran piscina exterior y pabellón con gimnasio y centro de fitness de última generación.